Alas de plata, majestuoso vuelo que en silencio busca el descanso entres las rocas.
Me enamora el vuelo de las gaviotas aunque quiera decirme algo que yo no acierto a entender, rodean las olas y atraviesan con su mirada el mar inquieto.
Del mar a la tierra, de la tierra al mar, llevan consigo un secreto, pero jamás he comprendido que es lo que quieren decirme.
Mi cuerpo se estremece al sentirlas volar tan cercanas, como si quisieran recitarme los versos que no sé quien ha escrito para mi.
Volved a tierra, gaviotas, hacer vuestro nido en el acantilado, y si alguien piensa en mi cuando amanece, traedme enseguida su mensaje. Yo os espero dentro de mi mar, inmenso, acogedor.
Me relajo escuchando como el viento y el agua dialogan sin romper el gran silencio, cierro los ojos buscando ese sueño que quizás llegue mañana…
Los cantos de las gaviotas y el sonido lejano de la sirena de un barco son nada más que un oasis donde guardar la ilusión de lo que yo desearía que sucediera.
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