Ya vemos como está el mundo, los habitantes del planeta no somos tontos, por mucho que nos quieran comer el cerebro diciéndonos que "todo va a ir a mejor"... "tengamos fe"... "hay síntomas de recuperación"... ¡por favor, señores políticos, que no nos chupamos el dedo!... En fin, mejor no pensar, al menos en este momento porque esa no era la razón por la que he abierto mi ventanita otra vez.
Estoy a punto de ir a celebrar la cena de Nochebuena y estoy como un flan. Hacía tiempo que no pasaba la velada de noches-buenas en compañía de personas que no fueran mis padres, pero tengo mis razones para hacerlo, mejor dicho se trata de una sola razón.
Pero tengo tiempo para dejaros mi mensajito navideño...
Es una parte del pesebre hecho de arena de playa en La Pineda-Salou, Tarragona.
Y tambien para dejaros una pieza musical obra del músico catalán universal Pau Casals, extraida de su Oratorio "El Pessebre", se trata del Gloria final, fragmento sencillamente maravilloso: "Gloria a Dios en las alturas, Gloria a todas las criaturas, no más guerras... Paz... Paz..."
Nada más. Nos seguiremos leyendo.
Sed felices, se puede ser (aunque sea poquito)
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