La inmensidad del mar ahora solo es una referencia. Por la arena aún debe haber restos de pisadas, tanto ir y venir se me confunden en la memoria, pero recuerdo con nitidez casi obsesiva nuestros juegos de pareja.
impúdicos, complacientes. Duró un largo tiempo la dulce batalla…
Ahora de todo aquello nada más conservo que una discreta y muy remota envidia, la sombra de un mundo perdido para siempre, y el gusto morboso, tozudamente furtivo, de aceptar el oscuro embrujo de lo poco que me queda.
Considerando que los pensamientos no pagan, por ahora, impuestos y también teniendo en cuenta que el riesgo de pensar solo pone en peligro a aquel que piensa, me juego el poco o mucho futuro que me queda a una sola carta, con la esperanza de no tener ni tiempo mi voluntad para alterar el sentido de esta apuesta.
Pero no por eso cambiaré mi forma de ser, ni de nombre ni de dirección, la jugada la hago conmigo misma, y el resultado que espero no pasa de un precario equilibrio entre lo que tengo y aquello que yo sé claramente que querría.
Sueños y recuerdos se hacen uno...
ResponderEliminarTe quiero.
¡Malvada mexicana! Te dejé una nota en tu blog pero veo que no le has hecho puñetero caso. No me extraña... ¡ni te lo miras! ¿Para eso lo tienes?.
EliminarEyyyyyyy, que te lo digo con toda cordialidad y con una sonrisa.
Abrazos fuertes.
Marina:
ResponderEliminarProbablemente el 24 me sea difícil pasar por aquí, así que te dejo por adelantado mi felicitación por tu cumpleaños.
Deseo que haya en tu camino: amor, alegrías, crecimiento, paz, éxitos, esperanzas, amigos, equilibrio, sonrisas, realización y todo lo que sea importante para ti.
Que tu deseo de cumpleaños se realice y disfrutes mucho tu día.
Recibe un abrazo desde el otro lado del océano.
Grcias infinitas, Patty, por tus buenos deseos, aunque creo que pones demasiados, yo me conformo con menos, si te tengo que ser sincera con el que es más importante en estos momentos para mí: salud. Los demás... ¿vendrán por añadidura?
EliminarOtro abrazo para tí.