Mirad la fotografía, a la derecha un chico con camiseta verde está arrodillado y en su mano derecha sostiene un clavel. La respuesta del policia es apuntarle con su fusil, mientras el manifestante de la camiseta naranja grita desesperado por que el disparo no se produzca...
Sé que estas manifestaciones a veces se descontrolan, pero me revuelve el estómago que un ministro del gobierno felicite a los policias diciendo que su actuación fué "magnífica", obviando lo que más tarde se supo, que entre los manfestantes más radicales había inflitrados policias encapuchados con la intención de provocar a sus propios compañeros para que éstos tuvieran "un motivo" para cargar contra la gente.
A través de las redes sociales se pide que esta fotografía dé la vuelta al mundo. Yo colaboro.